Los desafíos que enfrentan las mujeres, y especialmente las madres y mujeres de color, son más serios en este momento que en años. Los datos están disponibles y la pandemia está teniendo un impacto enorme en las mujeres y las mamás, y las mujeres de color experimentan daños agravados debido al racismo estructural. La pandemia ha convertido las grietas en nuestros sistemas en catástrofes, exponiendo cuánto dependen las familias, las comunidades y nuestra economía del trabajo de las mujeres, a pesar de que ese trabajo ha sido y sigue estando muy infravalorado durante mucho tiempo.

Con las mamás y nuestra nación enfrentando desafíos sin precedentes, necesitamos soluciones inmediatas. El statu quo no es sostenible. Las mamás están tratando de mantener los trabajos de los que dependen nuestras familias y la economía y también se preocupan por nuestros hijos cuyos programas de cuidado infantil han cerrado y cuyas escuelas funcionan solo de manera virtual. Estamos tratando de cuidar a nuestros padres, algunos de los cuales están aterrorizados por dejar sus hogares. Y las mamás de toda nuestra nación están tratando de llegar a fin de mes con presupuestos que se extienden más allá del punto de ruptura mientras son expulsadas desproporcionadamente de la fuerza laboral.

Al mismo tiempo, las mujeres son la mayoría de los trabajadores que arriesgan sus vidas para brindar atención médica, cuidado infantil y otros servicios esenciales y, al mismo tiempo, están sobrerrepresentadas en muchas de las ocupaciones que sufren la peor parte de la pérdida de empleos relacionada con COVID. Las mujeres negras, las mujeres indígenas, las mujeres de color y las inmigrantes están desproporcionadamente en puestos de trabajo esenciales y también están sobrerrepresentadas en las muertes por COVID-19. La pandemia está causando un daño enorme a las comunidades de color.

Además, por primera vez desde 1964, el advenimiento de las estadísticas modernas de empleo de las mujeres en los EE. UU., Esta recesión económica, que comenzó en febrero de 2020, ha provocado que las mujeres pierdan sus trabajos a un ritmo mayor que los hombres, con daños agravados para las mujeres de color. Por ejemplo, las cifras de empleo de septiembre de 2020 encontraron que 865.000 mujeres fueron expulsadas de la fuerza laboral.

Compare eso con unos 216.000 hombres. De las 865,000 mujeres que dejaron la fuerza laboral en septiembre, 58,000 eran mujeres negras y 324,000 eran latinas. Los trabajadores LGBTQ + también están experimentando tasas de desempleo desproporcionadamente altas. Un estudio encontró que 1 de cada 3 mamás puede verse obligada a reducir o dejar los trabajos de los que dependen sus familias y nuestra economía. Los estudios muestran que los efectos a largo plazo de la expulsión de las mujeres de la fuerza laboral durante períodos prolongados son aleccionadores: vemos una pérdida de salario de por vida. Esta es la razón más por la que la Dra. C. Nicole Mason, directora ejecutiva del Instituto de Investigación de Políticas de la Mujer, acuñó el término "cesión de ella" para describir la economía de COVID.

A medida que reconstruimos nuestra economía, nuestras prioridades políticas deben reflejar la diversidad de nuestra nación y las contribuciones de las comunidades negras, latinas, indígenas, asiáticas, inmigrantes y LGBTQ + que experimentan el mayor daño. Está muy claro que nuestra economía y nuestro país no pueden recuperarse por completo a menos que reconozcamos las contribuciones y también abordemos las necesidades de las mujeres, las familias y las comunidades de color, especialmente las madres. Tenemos una tremenda oportunidad de implementar políticas que no solo ayuden a nuestras familias, comunidades y economía a recuperarse ahora de esta terrible pandemia, sino que también nos prepararán para el éxito a largo plazo y nos protegerán de la próxima pandemia o crisis económica. crisis. Podemos, y debemos, construir una infraestructura de atención y una economía solidaria para que las familias, las empresas y nuestra economía puedan prosperar.

Es por eso que instamos al enfoque principal en los primeros 100 días del nuevo Congreso y a la Administración Biden a aprobar un paquete de alivio de COVID, seguido rápidamente por varias políticas prioritarias que necesitan atención inmediata y se detallan en la carta adjunta.

El cuidado es un factor clave de nuestra economía; y sin embargo, los cuidadores a menudo se quedan fuera de las soluciones. Esto tiene que cambiar. La pandemia ha dejado al descubierto grietas en nuestras políticas públicas, grietas que impedirán la recuperación y causarán un daño real a los trabajadores, las familias, las empresas, nuestra economía y nuestro país durante una generación si no se abordan. Estamos luchando por superar el mayor desafío sanitario y económico que ha enfrentado el país en un siglo, al mismo tiempo que enfrentamos una crisis en curso debido al racismo estructural que debe abordarse. No hay tiempo que perder. Las mamás de Estados Unidos esperan que nuestros líderes electos tomen medidas inmediatas para aprobar el próximo paquete de ayuda COVID-19 de inmediato; y también tomar medidas rápidas sobre las prioridades en el documento adjunto a esta carta. ¡Agradecemos su consideración!

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